Esta semana pasada Murcia ha sido noticia porque en el parlamento regional se ha aprobado una moción del partido ultraderechista VOX para que en los colegios suene el himno de España en los actos solemnes 🎶 y estén correctamente equipados con fotos del rey 🤴🏼 y banderas nacionales 🇪🇸. Sin duda con esto va a quedar resuelto el problema de que somos la segunda comunidad autónoma del país en fracaso escolar 🤬. Pero no vengo a meterme en ese charco, sino a contaros un recuerdo que esta noticia me ha traído.
Yo hice el bachillerato en el Instituto Alfonso X El Sabio, fundado en 1837 y que cuenta entre sus alumnos con el Nóbel de literatura José Echegaray Eizaguirre 🎖, con inventor del autogiro Juan de la Cierva Codorniu 🚁 y con los cuatro integrantes de
Están locos estos romanos 😉. Como todos los centros públicos en la Murcia de los 90 (y en la Murcia de cualquier época) “el Alfonso” era algo irregular en cuanto a su equipación. Algunas aulas y zonas estaban perfectas y otras parecían la sala de asambleas de un koljoz en Siberia. Un profesor de literatura nos contó que en una ocasión acudió al centro un pequeño grupo de estudiantes japoneses 🇯🇵 procedentes de nosequé plan de intercambio. Los estudiantes asistían a las clases regulares, se sentaban en primera fila y no paraban de tomar notas. Los profesores comentaban entre ellos: “No sé qué cojones están escribiendo estos, si no tienen ni idea de español”. Acabada su estancia en el centro, los estudiantes presentaron un informe 📄 a la dirección del centro en el que, tras un pequeño preámbulo, preguntaban con sumo interés lo siguiente:
- Por qué en algunas clases hay sólo un retrato del rey 🤴🏼
- Por qué en algunas clases hay sólo un crucifijo ✝️
- Por qué en algunas clases hay ambas cosas 🤴🏼✝️
- Por qué en algunas clases no hay nada ❌
El profesor que nos contó esta anécdota en una ocasión nos mostró cómo era capaz de tragarse la lengua y también nos informó de que España huele a ajo y México a chile 🤷🏻♂️, pero esto a lo mejor os lo cuento en otra ocasión.