Al igual que todo el mundo, hay series de TV que veo solo y otras que veo con mi pareja. Tras casi 16 años juntos sé perfectamente las series que le van a gustar a mi esposa, RocÃo, y aquellas que le resultarán completamente indiferentes. Aunque a veces nuestros ritmos circadianos no coinciden y hay alguna serie que me muero por empezar a ver, siempre es mejor esperar a que los tiempos encajen para poder disfrutar juntos de esa trama, de esa intriga, tratar de anticipar juntos quién es el asesino… Y algo parecido me pasa con los libros. Aunque durante el curso me cuesta mucho, llegado el verano consigo reanudar el hábito de leer novela. En mi caso me gustan las novelas policiacas y los thrillers (el paladar fino me lo dejo para la polifonÃa renacentista). Acabo de empezar
«El oficio del mal», tercera entrega de las andanzas del detective Cormoran Strike (recomendación de mi madre). Conforme avanzo por las páginas hecho de menos comentar los personajes con RocÃo, debatir sobre lo que vamos conociendo del pasado del protagonista y empezar a construir especulaciones sobre la identidad del asesino. Si ver series juntos es complicado, leer juntos es algo que se me antoja imposible. ¿Tú lo has conseguido alguna vez?